Lo Mejor Sigue Estando Por Llegar

domingo, 26 de septiembre de 2010

Monchi, hoy soy yo el que tiene ganas de llorar

Traigo a la memoria un artículo del Correo de Andalucía del 18/02/2009 tras una comparecencia del Director y Consejero Deportivo, Monchi, que titulaban Monchi: "Este año, por ansiedad, he llorado más que nunca". Imagino que todos os acordaréis de aquellas declaraciones.

Hoy, año y medio después no se si Monchi seguirá llorando, pero yo empiezo a hacerlo a moco tendido. Y más cuando un absoluto ignorante como yo, que no conoce las cuentas del Club, se para a hacer cuentas en función de lo que los aficionados de la calle conocemos a través de los distintos medios:

La actual Junta Directiva entró al Club con la famosa calderilla, los siete mil y pico de millones de deuda, es decir, unos 45 millones de euros. Con la venta de Reyes y Ramos, unos 50 millones, pasamos de saldo negativo a saldo en positivo, unos 5 millones de euros.

En el verano del 2005/06 llegaron al Club, Kepa, Palop, Maresca, Kanouté, Saviola y Luis Fabiano. Un costo, según se contó de entre 12-15 millones de euros. Ese mismo año se vendió a Baptista por unos 24 millones. Total un verano con 9-12 millones en positivo que, sumados a los 5 de antes nos hace ponernos, redondeando, en unos 15 millones de euros.

En el verano del 2006/07 llegaron Cobeño, Hinkel, Duda, Poulsen, Cheva, Fazio y Kerzhakov, por un montante aproximado de 18 millones. Sin embargo las salidas apenas aportan nada, por lo que volvemos al saldo negativo, entre 1-3 millones de euros.

El verano del 2007/08 De Sanctis, De Mul, Mosquera, Koné y Boularhouz, con un coste que calculo de unos 27 millones, llegaron al Sevilla. Vendimos a Kepa, Hinkel, Ocio y el ruso, por unos 19 millones. Otro verano con pérdidas, con lo que llegamos a un montante negativo de unos 9 millones.

En el verano 2008/09 llegaron a nuestras filas Acosta, Konko, Navarro, Romaric, Squillaci y Duscher, por unos 34 millones y medio. Las ventas de Keita, Alves, Poulsen y Martí aportaron al club unos 63 millones, es decir, un beneficio ese verano de casi 30 millones de euros, con lo que se volvió a un saldo positivo de 19-20 millones de euros.

El verano del 2009/10 fichamos a Zokora, Sergio Sánchez y Negredo, unos 27 millones. Vendimos a Maresca, Mosquera, De Sanctis y Duda, por unos 8-9 millones, con lo que con la pérdida de ese año las cuentas que yo como aficionado me hago vuelven a estar casi a cero.

Repito que estas cuentas me las hago yo como aficionado. Parto del verano del 2005/06 a la actualidad y lo que a un aficionado de la calle como yo le sale es que desde el gran año de fichajes hasta la actualidad, según las cifras que se han manejado en los diferentes medios, como mínimo el Sevilla ha gastado lo mismo que ha ingresado, si no más. Ahora bien, la diferencia entre lo que había en el terreno de juego, y en el banquillo, es casi la misma que hay entre el blanco y el negro, entre el rojo y el verde, entre el día y la noche.

En fin, os daréis cuenta el por qué de mis lágrimas.

¿Cómo se justifica ésto? ¿Cómo puede ser que haya gente que siga estando, aún, en sus puestos?

Yo tengo la absurda teoría que desde que se fue Daniel Alves (ya no digo ni Poulsen y Keita primero, por ejemplo, y Maresca y Martí después) este equipo dejó de jugar al fútbol para empezar a vivir de las individualidades de Kanouté, Luis Fabiano, Palop, y de un pujante Navas. El equipo era peor, y el entrenador era mucho peor.

Hoy, cuando el inexorable paso del tiempo hace mella en algunos de estos super cracks, el Sevilla, que no lleva cinco partidos como se dice por ahí, pues hay que acordarse de los partidos oficiales de agosto, no es más que un equipo vulgar. Con 100 millones de presupuesto pero vulgar. Tan vulgar como para volver a tirar partidos cada vez que se va al Nou Camp. Tan vulgar como para caer estrepitosamente eliminado en la previa de Champions por un equipo con un presupuesto inferior a lo que nos costó Romaric o Mosquera, por ejemplo. Tan vulgar que deshace esa teoría de que los equipos nos comían el centro del campo porque ellos ahí ponían tres jugadores y nosotros dos. Ahora hacemos lo mismo que ellos, y nos siguen burreando. Pero no el Madrid o el Barça. El Getafe, el Rácing, el Deportivo, casi cualquiera.

Evidentemente, no se puede dejar de lado a Antonio Álvarez, que lo está haciendo de una manera desastrosa. Pero los principales culpables son otros.

El Titanic decían que era un barco majestuoso e indestructible. Del Sevilla dicen lo mismo. Todos sabéis ya que le pasó al Titanic. ¿Sabremos sortear nuestro iceberg?

En fin, seguro que la culpa de todo es de los sevillistas de finales y de los medios de "información" de Sevilla. Mientras desvíen la atención en "nimiedades" y no cojan el toro por los cuernos, mal vamos.

No hay comentarios: