¿4-4-2 ó 4-4-3?

Por Miguel Ángel Ibáñez
Dichosos y desdichados sistemas. Muchos entrenadores se aferran a una serie de sistemas tácticos que ellos consideran que son los que le van a sacar las castañas del fuego. Y en el fútbol hoy en día eso no vale en la mayoría de las ocasiones. Y lo más importante es que no se puede marear la perdiz con estos dichosos sistemas. Sino que se lo pregunten a Antonio Álvarez.
El único sistema que vale en el mundo del balompié es meter la pelota dentro de esa portería que está al final de cada campo. Y da igual el sistema táctico que utilices porque al final lo que vale es lo que vale. Por tanto, no considero para nada bueno el revuelo ocasionado en Sevilla esta semana con el entrenador nervionense de que si era mejor un sistema 4-4-3 que un dibujo táctico de 4-4-2, porque con uno o con otro el equipo no ha ganado en el partido de ayer domingo, y lo más importante es que no ha marcado gol, consiguiendo un empate que no vale nada. Sobre todo, ante un rival claramente inferior.
En resumen, vamos a dejarnos de sistemitas tácticos y vamos a crear un equipo competitivo que tenga pegada y que no sea tan previsible en el campo, como lo es actualmente el Sevilla a día de hoy, porque en el momento que se le ponen las cosas complicadas al equipo no sabe qué hacer y sólo depende de la inspiración de una de sus estrellas. Por lo menos, así lo ve un servidor. De modo que andemos con ojito.
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