Incomprensible es poco

He llegado a mi casa casi a las tres de la tarde y he entrado a bichear de forma rápida para ver si teníamos novedades tras el partido de ayer. Y leo que Fazio vuelve a recaer de su lesión.

Sinceramente no se ni qué pensar ni qué escribir, pues ya no me lo puedo creer. Yo no quiero culpar a nadie, y mucho menos al chico, que seguro que lo que quiere es jugar.

Sin embargo he entrado en la web oficial para ver los números de Fazio:

-Temporada 07/08: 1.667 minutos disputados.
-Temporada 08/09: 1.247 minutos disputados.
-Temporada 09/10: 823 minutos disputados.
-Temporada 10/11: de momento, tras haber pasado ya más de un cuarto de temporada, 90 minutos disputados.

Sin contar la temporada actual, en las otras tres temporadas sale una media de 1.245 minutos disputados, es decir, no llega a 14 partidos completos.

14 partidos de no menos de 50 por temporada (entre liga, copa, uefa/champions). Es decir, que algo falla.

Yo no se si es que al chico, por desgracia, el físico no le da para ser un deportista de élite (como nos pasa a la mayoría), yo no se si el que falla es el médico, pero aquí algo pasa.

Imagináos vosotros mismos en vuestro puesto de trabajo, e imaginad que tras 4 años, por una cosa o por otra, el 75 % del tiempo habéis estado de baja. Eso es algo insostenible.

Y lo peor de todo es que no es un caso puntual. En los últimos años, estas cosas raras pasan en nuestro Sevilla. En los últimos años, por una cosa o por otra, nuestro Sevilla digamos que está en "inferioridad" respecto a sus rivales, pues raro es no tener a lesionados de larga duración (Koné, Drago, Sergio Sánchez, en su día Javi Navarro...) a los que se unen lesionados de larga duración por motivos dudosos para los que lo vivimos desde fuera (véase Fazio, Acosta, Chevantón en su día, ahora Navas).

Luego al final de 25 fichas resulta que verdaderamente operativas tenemos 20-21, no más. Cuando se juntan lesiones, sanciones, y los devenires normales de la competición, llegan momentos en los que la plantilla se ve muy mermada, y en la que pocos jugadores tienen que acumular muchos esfuerzos que, a la larga, se terminan pagando.

Una patata caliente que, de momento, no parece tener quien sepa hincarle el diente