Omertá

Omertà o ley del silencio es el código de honor siciliano que prohibe informar sobre los delitos considerados asuntos que incumben a las personas implicadas.

Esta práctica es muy difundida en casos de delitos graves o en los casos de mafia donde un tetimonio o una de las personas incriminadas prefieren permanecer en silencio por miedo de represalias o por proteger a otros culpables.

En la cultura de la mafia, romper el juramento de omertà es castigable con la muerte.

Han pasado casi 24 horas desde la eliminación de la Copa de nuestro Sevilla y, hasta ahora, ni he tenido tiempo ni he tenido ganas de escribir ni hablar con nadie de ello.

Ya de por sí ha sido casual que este año los dos equipos con mayor presupuesto, muy por encima del resto, no pudieran enfrentarse hasta la hipotética, ya real, final. Desde entonces todos, dicen, esperaban este enfrentamiento. Pero yo me pregunto quienes son todos ¿los sevillistas? ¿los valencianistas? ¿los coruñeses? ¿los bilbainos? ¿acaso los zaragozistas?

Mejor digan que es la esperada final para los aficionados de estos dos equipos y para todos los que, con ella, sacarán una mayor tajada si cabe.

Porque desde hace ya unos años, el fútbol dejó de ser un deporte para ser algo que, hoy día, al menos en nuestro país, está bastante contaminado y, ya, con olor a putrefacción.

Esta vez nos ha tocado a nosotros. Desde el mismo día del Levante, y aún no ha terminado, los sevillistas nos tenemos que tragar las sandeces que los cuatro periolistos de Madrid, que no tienen ni puta idea de nuestro equipo, quieran decir.

Que si el botellazo (acto totalmente deleznable, espero que cojan ya a los capullos que lanzaron la botella), que si el vídeo, que si tal o que si cual.

De todo para hablar lo menos posible de la realidad.

En una eliminatoria de 180 minutos se han producido una serie de acontecimientos en los que todas las jugadas "polémicas", salvo una, se han decantado para beneficio del mismo. ¿Eso es casual? ¿O es causal?

Salvo una, la que tenía que haber sido expulsión de Luis Fabiano. El resto, las posibles expulsiones de Alonso, Lass y Arbeloa, el posible gol de Luis Fabiano, todo se decanta de su lado. ¿Se puede hablar de robo? No lo se. Sinceramente, es lógico que en jugadas polémicas, pues unas veces la decisión favorezca a unos y otras veces a otros. Pero ¿siempre al mismo?

Es decir, en la ida podíamos, como poco, poder estar con 1-1 en el marcador y ellos con 8-9 jugadores. Algo podría haber cambiado la eliminatoria, creo.

Y en la vuelta, si ya lo teníamos difícil, hacemos lo que debemos, metemos el gol que nos hacía falta para igualar la contienda, y nuevamente no sube al marcador.

Me esgrimen que, en caso de duda, el árbitro no debe dar gol. Correcto. También en caso de duda, un fuera de juego no debe ser pitado. Pues tampoco. Hay que ver la mala suerte que tenemos.

Lo lógico ha sucedido, no digo yo que no, que se clasificaran ellos. Pero las externalidades bien se han encargado que se cumpliera la lógica. Quizá hace 4 años nuestro Sevilla podía competir contra lo lógico y contra las externalidades y salir ganando. Hoy me temo que no.

Y no es que nos hayan quitado la posibilidad de levantar otro título. Nos quitan también la posibilidad de que, en un campeonato liguero que hasta ahora debemos calificar de malo, hubiéramos conseguido ya otra nueva clasificación europea.

¿La culpa? De todos. Creo que sería hora de que, al igual que en lo referente al tema televisivo ya hay equipos que han puesto pies en pared, entre ellos el nuestro, en cosas como las de ayer, que llevan ocurriendo desde que el fútbol es fútbol, diga que hasta aquí hemos llegado.

Un aficionado de base como el que os escribe, sin conocer las leyes del fútbol y, por tanto las consecuencias que podrían llevar a cabo, anoche cuando no conceden el gol de Negredo hubiera llamado al Delegado de Campo, Soria, y le hubiera dicho: "Cristóbal, da la orden de que se meta el equipo en la caseta, que de nosotros ya no se ríen más".

¿Tendrá alguien el valor de hacerlo? Ojalá que sí.