Allí nos recibió la vicepresidenta de dicha peña y presidenta de nuestra asociación (y no se cuantos cargos más tendrá, casi como la Duquesa de Alba :), Mayte, y coincidimos con varios blogueros y amigos, de los que para no olvidar a nadie no nombro, salvo el Papi, que nos dio la alegría a todos de una recuperación, pero no como la de nuestro equipo.
Allí debatimos varias cosas, vimos un video de Antonio Ramírez y un escrito de Carlos Romero en memoria de Agustín Rodríguez, y se hicieron varias propuestas que, me imagino, publicarán en la página de la Pepe Brand, entre ellas una mía, nombrar a nuestro amigo Agustín como Presidente de Honor de la Asociación. Es lo mínimo que le debíamos.
Después pasamos al lado derecho de la sala donde en una hora, al menos yo, porque yo sí lo confieso, nos pusimos como el quico: vengan trozos de tortilla, y croquetas, y choco y,y,y...
Y vamos al partido:
En un partido en el que el contrario jugó con uno menos casi una hora, y en el que el Sevilla lanzó dos penaltis, nos vinimos con otra derrota más.
Con 23 partidos jugados llevamos más partidos perdidos que ganados (10 a 9), llevamos más goles encajados que los que somos capaces de marcar (38 a 35), no hemos sido capaces de llegar al 45 % de los puntos disputados (31 puntos de 69 disputados). Eso, me lo diga quien me lo diga y como me lo diga es de un equipo muy, pero que muy normalito. Y gracias a que tenemos a Luis Fabiano y, sobre todo, Kanouté, porque si no seríamos un equipo más de los que lucharían por eso que muchos no querríais ni oír.
Otra cosa que a muchos les dolerá escuchar y leer es la siguiente: creo que es más que evidente que Palop pasará a la historia como el mejor portero del Sevilla pero, a día de hoy, su titularidad (indiscutible según el entrenador) llama mucho la atención. Esta temporada nos está costando más puntos de los que está salvando. Ayer se volvió a comer otros dos goles, el último clamoroso.
Tengo un amigo que hace un par de meses me dijo que esta temporada Palop le recuerda a Paco Buyo cuando éste estaba al final de su carrera, totalmente desquiciado y cometiendo errores imperdonables.
Habrá quién diga que el partido le gustó. A mí no. El Sevilla regaló dos goles al principio y esto, unido a la expulsión de un rival, hizo que el Racing sólo empleara sus fuerzas en defenderse. En la jugada de la expulsión el Sevilla marcó y, 50 minutos después fue capaz de igualar para, al final, tirar el partido tras un asedio de una hora.
Cuando no es el uno es el otro y cuando no el de la moto, lo cierto es que en términos globales encajamos 1.65 goles por partido (últimamente de 3 en 3), lo que nos llevaría a 63 goles en contra al final de temporada. Y el mejor defensa del Sevilla en el banquillo.
No todo fue malo. Para mí, los dos mejores del equipo fueron los dos nuevos, Medel y, sobre todo, Rakitic, al que hay que darle tiempo pero, si no se estropea, será el encargado de librarnos del gran Romaric que, según escuché en la radio camino de vuelta, volvió a quedarse fuera por otra indisciplina (llegar tarde tras el partido de su Selección).
Todavía queda mucho, pero si lo que queda es como lo que estamos viendo de un tiempo para acá, esperemos que la cosa acabe pronto y trabajen muy duro para volver a enderezar el rumbo de una nave que va a la deriva.
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