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jueves, 3 de mayo de 2012

Irrefutable


Irrefutable: Que no se puede refutar.

Refutar:

        1. tr. Contradecir, rebatir, impugnar con argumentos o razones lo que otros dicen.
2. tr. ant. Rechazar, rehusar.


Ciertamente todos tenemos una forma de ver, sentir o pensar. Es nuestra y no tiene por qué ser igual a la de los demás.

En el fútbol nos ocurre lo mismo.

Aunque últimamente viene siendo habitual una corriente de esas que te dicen qué, para realmente ser un verdadero en algo determinado, por ejemplo, ser sevillista de granito, tienes que hacer, sentir y ver según una serie de directrices que no se de quién parten y qué base tienen para argumentar que sea así.

En la temporada 2001/2002, tras el último paso por las catacumbas de la segunda división, de la que no nos olvidamos, porque la inmensa mayoría de los que somos mayores de edad sabemos de donde venimos, el Sevilla se posicionó durante un par de temporadas como un equipo de la zona media de la tabla, en la que prácticamente podían dividirse los partidos del Sevilla en tercios casi iguales, es decir, con números de partidos ganados, empatados y perdidos casi idénticos, para rondar la cifra de los 50 y pocos puntos.

En la 2003/2004 el Sevilla da el primer salto. Desde esa temporada y hasta la 2005/2006 el Sevilla sube un escalón y pasa de ser un equipo de la zona media de la tabla a un equipo que aspira a luchar por la segunda competición internacional, es decir, la UEFA, pasando a elevar la cifra de victorias hasta, inclusive, alcanzar la veintena, con el consiguiente detrimento de las otras dos partidas, es decir, de partidos empatados y perdidos. La puntuación lograda ya se reía de la cincuentena de puntos y se llegó y sobrepasó los 60 puntos, una temporada de forma bastante holgada.

Pero no quedó ahí la cosa. El Sevilla fue capaz de, paso a paso, subir otro escalón. Pasó de ser un equipo Uefo a ser uno de los que año a año luchaba por los puestos Champions. Eso durante otras cuatro temporadas, si incluimos la atípica, con todo lo que conllevó, 2007/2008.

En estas temporadas el Sevilla se superaba así mismo. Sobrepasaba las 20victorias por temporada, se colocaba entre los equipos más goleadores del campeonato, e igualmente, se colocaba entre los menos goleados.

Desde entonces, el Sevilla no ha hecho otra cosa que bajar, peldaño a peldaño lo que ya había subido.

Pasó de ser el 3º de la Liga y, por tanto, entrar de forma directa en Champions, a tener que jugar la previa para acabar cayendo. De ahí volvió a la Copa de la UEFA, la que más gloria y reconocimiento le dio para acabar cayendo de forma estrepitosa en la previa de esta competición.

Y de ahí a donde termine la presente temporada, en la que, en las dos siguientes imágenes que veréis, he querido ser generoso (y puede que ocurra, por qué no) y colocar al Sevilla con 2 victorias más, que le haría colocarse aproximadamente el 8º en la clasificación, los puestos a los que volvió hace 10 años tras subir a 1ª división, con aproximadamente números parecidos a los de entonces.

Ahora os podrá gustar más este o aquél jugador, este o aquél entrenador, esta o aquella manera de jugar al fútbol o de entender el fútbol.

Pero hay algo irrefutable: lo que en su día fuimos capaces de subir, ahora lo hemos bajado. Los que en su día nos hicieron subir son los mismos que también nos han hecho bajar.
 










1 comentario:

Rafael Sarmiento dijo...

Es imposible poner un pero. Totalmente de acuerdo.

La gran duda que ahora me come es si los que nos hicieron subir serán capaces de volver a hacerlo.

A mí lo que de verdad me preocupa no es que sigan Del Nido y/o Monchi, sino el saber que nunca nadie en los últimos 50 años ha sido capaz de hacer ni la mitad de lo que hicieron ellos.

Esto también es irrefutable.

Por tanto, me preocupa mucho, si ellos dos se van, qué van a ser capaces de hacer los que vengan.

Sé que es una posición cobarde que, en cierta medida, puede dificultar el crecimiento del club. Pero hay tanto sinvergüenza por el mundo tratando de hacer negocio con los sentimientos de los demás que, hasta que no aparezca una alternativa visible en la que pueda confiar, me va a costar mucho moverme de dicha posición.

Aunque como la cosa siga como estos últimos años... que una cosa es ser "cagón" y otra gilipollas.

Un saludo.