3 puntos más, 3 puntos menos

Yo no lo recuerdo antes, para estas cosas la verdad no suelo tener memoria, pero a mediados de agosto se alzaba el telón de una nueva temporada para el Sevilla FC.

Y tras los noventa y tantos minutos, los 3 primeros puntos al casillero. Unos puntos que son tan importantes en la jornada 1ª como puedan serlo en la 34ª, por ejemplo.

Tres puntos que hacen que el primero de los objetivos que yo, como particular, me he propuesto para esta temporada, esté cada vez más cerca. A tan sólo 42 puntos. Cuanto antes los consigamos mejor, y serviría para levantar la mirada y otear un horizonte que hoy se me antoja más lejano que en la última decena de años.

Primero porque en lo social estamos en un momento en el que esas discusiones que teníamos en la época de Manolo Jiménez, comparado con lo de hoy, es un juego de niños.

Y segundo, porque sigo viendo prácticamente lo mismo que la pasada temporada en la que quedamos 9º.

En lo que es la sustancia.

Ha cambiado el exquema, más o menos, pero da igual tener 2 ó 3 medios porque la mezcla entre sus virtudes, defectos, y lo que el entrenador es capaz de conseguir de ellos hace que el dominio del Sevilla en la medular sea tan vano como lo fuera cuando se nos decía que había que jugar así.

La zona atacante izquierda da miedo verla, por ahora. Perotti con su eterna lesión, Del Moral, que es el que particularmente creo que hoy es el mejor ahí (ya está todo dicho) hace lo que sabe y puede, y Reyes, del que sigo manteniendo y, como ya hiciera el año pasado con D. Sergio Postigo (le voy a quitar el Don hasta que cumpla) me juego un serranito con quien sea a que Reyes será la nueva versión de Jesuli, Carlitos o Tevenet en su vuelta a la que fuera su casa.

Arriba tenemos a Negredo, buen delantero, jugador que hace 8 años hubiéramos firmado todos (o casi) con los ojos vendados para nuestro equipo, pero que hace apenas 2 era el suplente de quienes ya sabéis.

Y atrás sigue Fernando Navarro, parece que en la derecha podemos haber mejorado (mejorar a Coke no es demasiado complicado), y, en el centro de la defensa, el mayor divertimento futbolístco del equipo: Fazio y Spahic. La eterna promesa con grandes cualidades y el come tibias, los duques de la taquicardia, que hacen que los corazones se encojan cada vez que la pelota ronda sus cercanías.

Lo dicho, 3 puntos más, 3 puntos menos.