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domingo, 25 de noviembre de 2012

4-0 y 16 puntos en 13 partidos

Esa es la real y triste diferencia, desde el punto de vista sevillista, que es el que a nosotros nos concierne, que hay entre el Atlético de Madrid y el Sevilla FC.

Tenemos que remontarnos años atrás en los que, con clasificación a Champions y título en la mano incluída, cierto grupito de sevillistas vaníamos diciendo que, para continuar la senda más  gloriosa de nuestra más que centenaria historia, las cosas, en nuestro Sevilla FC, no se estaba realizando como debieran.

Unos locos, unos pitadores, unos que no están contentos con nada...en definitiva, unos mestallizados. Que ni entonces éramos unos iluminados, ni el tiempo nos está dando la razón, ni nada por el estilo. Simplemente opinábamos eso. Y punto.

Año a año, temporada a temporada, desde entonces, hemos ido viendo cómo el Sevilla FC ha ido descendiendo peldaños, de tal manera que pasamos de ser la alternativa a los dos grandes a ser un equipo de mitad de la tabla, con equipos tales como el Levante, Betis, Valladolid y alguna potencia futbolística más, con un buen puñado de millones de euros menos de presupuesto, por delante de nosotros.

La lógica aplastante dice que si antes eras es 4º-6º presupuesto de liga e incordiabas a los grandes en la misma y ganabas títulos a porrillo, las cosas se hacían extraordinariamente bien; es lógico, pues, pensar que más de 200 millones de euros gastados después, y estando en cuanto presupuesto en el mismo puesto, más o menos que antes, y una temporada quedas el 9º, renuevas incomprensiblemente al entrenador (recuerden que la temporada anterior, al entrenador que dejó 5º al equipo no lo renovaron), es porque las cosas se están haciendo rematadamente mal.

Tan súmamente mal que, José Mª Cruz, ex consejero a día de hoy, hace como quien dice dos telediarios apuntaba en los MMOO en el programa de uno de esos periodistas a los que el sevillismo suele pasarle la mano por el lomo de lo bien que habla de nuestro Club, que tras la temporada de los tres títulos y cuando en el Sevilla FC entraba el dinero a mansalva por la venta de ciertos jugadores, el dinero salía a más velocidad si cabe en fichajes que no tenían razón de ser. Y este señor lo dice ahora que se va, fuera de la Junta General de Accionistas, donde no tendrá que responder por ello. Y todos tan panchos.

Preguntaba a mis contertulios de Familia Rojiblanca el pasado viernes si pensaban que el partido ante el Betis, como ya ocurriera ante R. Madrid y Barça, por ser los marcados en rojo por los aficiondos, el equipo había puesto más ganas (defínanlo ustedes como quieran) y sería un espejismo, y volveríamos a toparnos con la verdadera realidad del Sevilla FC, que no es otra que arrastrarse por esos campos de España.

Y siete días después la realidad nos ha vuelto a partir la boca. Este equipo que con los años han ido conformando Monchi, Orta y su séquito, con la connivencia del Consejo de Administración, y Del Nido a la cabeza, es lo que tenemos hoy. Un equipo de mitad de la tabla.

Y muchas veces sigo alucinando cuando, sobre todo en twitter, sigo leyendo sobre la supuesta calidad del Sevilla FC, aparentemente superior a la de esas potencias futbolísticas arriba nombradas.

Pero, ¿qué es calidad? ¿Saber parar una pelota que viene del cielo? ¿Poner un balón a 30 metros? Eso lo hacía yo.

Pero en el fútbol profesional, más en el de hoy día, cuando se habla de calidad uno no puede referirse exclusivamente a calidad técnica. Entran en juego también la calidad táctica, mental, competitiva, física. Y seguro que alguna más.

Porque, sinceramente, técnicamente Fazio se llevaría por delante, por ejemplo, a Pablo Alfaro. Pero, vosotros ¿a cuál de los dos preferiríais ver en el campo? 

Es sólo por poner un ejemplo. Ponéos a pensar realmente, de todas esas calidades que arriba os apunto, ¿algún jugador las tiene todas? ¿o una mayoría de ellas, al menos?

Yo lo dudo mucho. Y no sólo lo dudo de los jugadores, sino del técnico (y hablo de Míchel, no de Víctor Sánchez del Amo, que sí está aportando al equipo algo que adolecía, juego en jugadas de estrategia) y, como no, de los que traen tanto al técnico como a los jugadores.

En fin, ese es nuestro Sevilla FC hoy. Algunos dicen que es un cortijo. Yo especificaría, en este caso es su cortijo.




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