Sólo bastaron 5 minutos para que en la primera pelota que coge un delantero rival hiciera lo que quisiera con esta defensa que, ante jugadores de verdad (y de no tan verdad, como sucede en casi todos los partidos) se deshaga como un azucarillo.
En 5 minutos la eliminatoria estaba casi sentenciada, algo que se rubricó 25 minutos después. Segunda pelota de peligro, balón en profundidad a Costa, Fazio no le encima, más bien lo marca desde la distancia, tanta como la que puede haber entre la C/ Sevilla FC y la C/ San Fernando, y Falcao que llega desde atrás le roba la cartera a Botía, como el adulto que le quita un caramelo de las manos a un niño de 2 años.
Al carajo los tifos, al carajo el autobús, al carajo la ilusión del sevillismo. Porque al final, en el fútbol, lo que realmente cuenta son los jugadores de calidad. La afición da colorido, anima a los suyos, les da aliento, pero no marca goles.
Aún así, desde aquí no me queda otra que quitarme el sombrero con mi afición y esperar y desear que quien tenga que conformar la plantilla del año que viene cree una que al menos le llegue a la afición sevillista a la altura de las rodillas, pues hoy no le llega a los talones.
Y una vez más, espero y deseo que el que tenga que hacerlo no sea en hombre de la planificación cero, el que ve el fútbol de frente, el que dice que no hay malos fichajes sino malos rendimientos.
Después de dilapidar lo que ya hemos analizado aquí mil veces, llega el mercado de invierno y vende al que iba a ser el portero titular del Sevilla los próximos años (o eso creía), 24 horas antes se deshace del mejor defensa del equipo (lo que no significa que piense que sea bueno, pero de los 4 centrales, apreciación mía, era el menos malo), nos trae al Tom de Mul (II) y el fichaje estrella del pasado mercado de invierno, el que tiene que hacer sombra al delantero titular, ni necesitando el equipo 3 goles, juega.
No me quiero despedir sin mencionar dos cosas:
La primera es, referirme, una vez más, a la sobrevaloración de un delantero como Negredo del que pienso que, si le quitamos la vitola de canterano del R. Madrid, valdría la mitad de lo que realmente vale. Lo decía anoche por twitter, lo que me preocupa no es ya la cantidad ingente de goles que falla, lo verdaderamente preocupante es quede cada 5 veces que Navas llega a línea de fondo, más de la mitad de las veces Negredo no ha llegado a la zona de remate.
Y lo segundo es reflexionar cómo podemos criticar a jugadores rivales que hacen lo que tienen que hacer para beneficiar a su equipo, no como algún jugador de nuestro equipo, llámese Medel, del que sabemos que, en un porcentaje altísimo, cada vez que el partido se pone serio, se tensiona, él se autoexpulsa. Jugadores así yo, esa es mi opinión, no los quiero en mi equipo. Y no quiero nombrar a Kondogbia porque es la primera vez que lo hace,
En fin amigos, esperemos llegar lo antes posible a los 45 puntos y volver a esperanzarnos otro verano. Aunque si siguen Monchi y cía, esperanzas cortitas y con sifón.
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