El trenecito

Quién de nosotros no se ha montado en uno de estos trenecitos de paseo cuando ha ido de viaje a un pueblo o a una excursión. En él te montabas y podías ver y conocer con relajación y a un paso lento las excelencias del lugar.

Sin embargo, y entrando realmente en vereda, el Sevilla no puede montarse en el trenecito en el día de hoy, aunque la ocasión pueda animarte a ello. Hoy más bien es el día de todo lo contrario, pues con el clásico del fútbol español a poco más de un día, el Sevilla hoy sí puede dar un golpe de mano, hoy si ganamos, pase lo que pase en el clásico, como mínimo estaremos igual que uno de los dos grandes y metiendole el morro al que se quede en primera posición.

En el trenecito nos montamos el día de Valencia y el otro día en Rumanía. Y ya sabemos todos lo que pasó. Sin presión, sin intensidad, sin concentración, y casi sin fútbol, somos un rival perfectamente batible por casi cualquiera. Ahora bien, si ponemos sobre el campo todas esas armas, y si además somos capaces de aderezarlas con un poquito de fútbol, hay amigo, entonces el Sevilla se convierte en un rival temible. Hoy es el día de dar el puñetazo en la mesa, hoy es el día de decir que aquí estamos nosotros. Hoy es el día del Sevilla FC.