País en crisis, recorte por aquí, recorte por allá. Para unos debiera recortarse aquí, para otros allí y, para otros, habría que eliminar la superposición de competencias.
Un caso, estúpido quizá, pero que es el mío.
Desde antes incluso de tener la mayoría de edad tengo varices en la pierna izquierda. Esa es una de mis herencias. No podían haberme dejado un cortijo, eso no.
La aparición de estas varices fue uno de los motivos por los que empecé a correr. Están ahí, son anti estéticas, pero casi nunca me han dolido.
Este verano ha habido una o dos semanas en la que sí me notaba la pierna más cansada e hinchada, así que me digo, vamos a ir al médico, a ver que me dicen.
Paso 1: voy a mi centro de salud a pedir cita. Me dan cita para el médico de cabecera varios días después.
Paso 2: el médico de cabecera me da un volante (o como se llame) y me vuelve a mandar al mostrador donde cogí la cita para que me den cita en Fleming.
Paso 3: me dan la cita para Fleming para mes y medio después.
Paso 4: llego a Fleming y me tengo que parar en un mostrador que hay a la entrada de la sala en la que me dicen: su consulta es la B12. ¡Eso ya lo he leído yo, señora!
Paso 5: entro a la consulta y, cuando creía que me iban a mirar, resulta en el la consulta del médico sólo me verifican el nombre y los teléfonos y me dicen que es una consulta puente. No me miran y me dicen que ya me llamarán del Pabellón Vasco.
Paso 6: me llamarán no se cuando del Pabellón Vasco para darme cita.
Paso 7: tendré que ir a consulta en el Pabellón Vasco. A partir de aquí no sé qué más me quedará.
¿Cuánto dinero se hubiera ahorrado el Estado si en el Paso 1 me dan la cita directamente para el Pabellón Vasco?
¿Cuánto tiempo y dinero (gasolina, etc) me hubiera ahorrado yo?
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