1. Tendencia morbosa a desfigurar, engrandeciéndola, la realidad de lo que se dice.
2. Tendencia a mitificar o a admirar exageradamente a personas o cosas.
Podemos ampliar un poco más aquí:
El mitómano recurre a esta conducta continuamente sin pensar en las consecuencias, con tal de maquillar la realidad que considera inaceptable. Sabe que miente, pero por repetición, eventualmente termina creyendo sus propias mentiras y es entonces cuando la línea entre la realidad y la fantasía se torna borrosa.
Vive en un mundo irreal y utiliza la mentira para conseguir lo que quiere, miente para construir una mejor imagen de sí mismo frente a la sociedad y la mentira se convierte en algo cotidiano que no puede evitar”.
Cómo reconocer a un mitómano. Tienen una serie de características que los distinguen, como por ejemplo, que es una persona convincente, manipuladora y su discurso suele ser verosímil, tiene talento histriónico y sabe actuar, no acepta fácilmente su problema, algunos tartamudean, cambian de tema constantemente y dicen diferentes versiones del mismo tema en diferentes ocasiones y a diferentes personas.
Además, en su discurso se mezclan indistintamente retazos de verdad con fantasías, aunque son más o menos creíbles: suelen mentir sobre su vida, su trabajo, su salud, historial médico, edad, la profesión de los padres y un sin número de cosas que en realidad no deberían ser maquilladas para ser contadas.
Sin embargo, lo que muchas personas deberían saber es que la mitomanía no es inofensiva: tiene muchos efectos en el plano social: se pierde credibilidad y prestigio social.
El Sevilla F.C. ha vuelto a perder. Cuarta derrota consecutiva en Liga. Quinta derrota consecutiva incluyendo el partido de Uefa. Sexta si incluimos el Trofeo Antonio Puerta. Y la semanita que nos viene es de órdago.
Hoy sería muy fácil despotricar contra todo y contra todos. Sin embargo ni eso me apetece.
Si digo que se veía venir diría una verdad o una mentira a medias. Se veía, pero no en las proporciones tan alarmantes como las que están sucediendo.
Otro partido más, el tercero en casa. Ocho goles encajados en nuestro estadio ante el Almería, Getafe y Mallorca. Imagen desoladora por los cuatro costados. Ni Kanouté se ha podido salvar hoy.
Las alarmas retumban por las esquinas del Sánchez-Pizjuán. Es hora de actuar. Y eso es lo que espero, que actúen.
Pero para ello, evidentemente, debe cumplirse una primera premisa, que los que mandan no se hayan convertido en mitómanos. Caso de ser así, mala situación y el tufo a segundazo podría no ser una utopía.
Déjense ya de discursitos que no os creéis ni vosotros. Dejad de regañar a la afición, que una vez más, Sr. Del Nido, ha demostrado que si algo hay de Champions en esta Entidad es la afición. Dejad de una vez las batallitas personales con los medios de comunicación, de echar las culpas a quien no las tiene y vamos a trabajar.
A trabajar en mayúsculas. Y a acertar. Porque es muy fácil decir que hay que fichar, eso lo ve hasta un ciego. No es cuestión de fichar, sino de acertar. De volver a acertar, de subir a los que sean válidos de la cantera, de deshacerse de los que son un lastre para la Institución (ya sean jugadores, técnicos, médicos, periodistas, directivos...), de implantar un estilo de juego desde el primero hasta el último de los equipos, una filosofía, ... de la escuela sevillana creador y valladar.
Y mano izquierda con la afición, que está pagando más que nunca, jamón 5 jotas pero comiendo chopped del baratito.
Trabajar, trabajar y trabajar. Esa es la receta. El que no pueda, no sepa o no tenga fuerza, es el momento de abandonar la nave, antes de que se vaya a pique.
1 comentario:
Buena observación,a todo lo dicho.Creo que por esos blogs hay un Milongas que le va esa descripción.Saludos
Publicar un comentario