Más por menos

Este primer post del año, al igual que ocurriera con el último que escribí en el 2010, no va a ir dedicado al Sevilla, ni al fútbol. Lo digo por si alguno quiere ahorrarse el rollo, está a tiempo.

Y aunque el título pueda parecerlo tampoco va de matemáticas, aunque nunca podré olvidar esas clases de más por más es más, menos por menos es más, menos por más es menos, y la que corresponde a este post, más por menos es menos.

Gracias a mi pequeño, este año los Reyes se han adelantado en mi casa. El granuja no tuvo otra idea de tirar al suelo la tv que yo tenía para mí en el cuarto de los trastos, que utilizaba para jugar a la consola o ver algo de vez en cuando. Por ese motivo, la que tenía en el salón ha pasado al cuarto de los trastos y hemos aprovechado para comprar una de esas extra plana, LED, y no se qué cosas más.

Recuerdo aquellos tiempos en los que sólo habían dos canales, luego llegó la nuestra y finalmente las de pago. Hoy día, sin contar las de PPV, podemos encontrar a través de nuestro televisor una treintena larga o más de canales. Sin embargo, yo la tele la veo cada vez menos.



Y es que, a mi juicio, está ocurriendo como en la operación matemática: más por menos es menos. Cada vez son más los canales pero realmente, cada vez hay menos que ver. Cadenas totalmente politizadas, como el caso de Intereconomía, cadenas sólo para niños pequeños, cadenas en los que todo el día están anunciando chismes inútiles, están la brujas lolas modernas, o los Call TV.

Y ahora la fusión de Tele 5 y Prisa es ya el remate. ¿No querías caldo? Pues toma dos tazas. Canales que viven de 2 cosas (exceptuando los informativos), de dos programas que son la muestra más auténtica de la decadencia, del borreguismo, de la incultura, de la bajeza, de la anarquía, del mal hablar, de la estupidez...adjetivos hay para dar y regalar.




Tenemos varios canales dedicados única y exclusivamente a saber que hacen esas personas que levantarán seguramente el país, los grandes hermanos, o esos nuevos pseudo periodistas que no tienen más mérito que haber participado en uno de estos realitis, haberse acostado con tal o cual, haberse metido por el cuerpo todo tipo de gazpachos, haber pasado por una "pensión" por la cual no tienes que pagar y encima cuando sales tienes derecho al cobro de una paguita (estos dos ejemplos últimos espero que sepáis a lo que me refiero), y no se cuantos méritos más, desbancando, eso sí, a esos chicos y chicas que vedaderamente han trabajado, han estudiado, y ahora tienen el premio de ser mileuristas, los afortunados, o estar en la cola del paro, los menos afortunados.

Ese es el ejemplo a seguir, el que nos da la televisión. Y es que, verdaderamente dan ganas de acostarte y no volverte a levantar, esperando que todo sea un mal sueño. Esta decadencia televisiva para mí (que estaré equivocado) empezó con el Aquí hay tomate, que nos lleva al día de hoy.



Pues ¿saben una cosa? Que a mí el tomate me gusta...¡qué digo me gusta! Me encanta. Claro, el tomate de Los Palacios, la tierra de nuestro Duende Navas. ¿Veis como al final sí hablaba algo de nuestro equipo?