Quizá el juego desplegado no sea merecedor del título que pongo, pero los hechos, sin duda, sí.
Nos metemos un gol en propia puerta.
Hemos perdido contra un rival directo (2-0).
Hemos perdido el gol-average.
Nuestros dos delanteros titulares se han lesionado.
Luis Fabiano parece que de gravedad.
Un auténtico desastre.
Parece que más o menos Manzano ha encontrado ya un equipo titular, con los detalles del lateral derecho y, no sabemos si la portería, una vez más magníficamente defendida por Varas.
Un equipo titular que a unos podrá gustar más y a otros podrá gustar menos.
Los 25 primeros minutos fueron de dominio vasco, pudiedo destacar, en positivo, un paradón de Varas y, en negativo, la lesión de Negredo tras cabezazo fortuito con un defensa.
A partir de ahí, entró Kanouté y el dominio territorial fue del Sevilla, que creo incluso llegó a jugar mejor que el Athletic.
Pero en partidos como hoy se palpa la bajada de calidad que ha pegado este equipo en los últimos años. Entonces, un Sevilla que jugara bien arrasaba al rival, un Sevilla que jugara regular casi seguro ganaba, y un Sevilla que jugara mal podía incluso no perder.
Hoy, jugando bien nos cuesta ganar y, a veces, ni eso.
Se que a veces mi crítica es demasiado feroz y se que quizá ahora vaya a ser injusto pero no puedo callármelo: un servidor sigue sin ver a Fazio, ni de defensa ni de medio. Al menos en un equipo que quiera aspirar a algo. Si alguien es capaz de explicarme cómo se ha metido el gol en propia puerta, por favor, me deje el comentario, porque aún no me lo creo.
Y repito, quizá sea injusto, pero es lo que pienso.
Y ya con el partido en contra llega la lesión de Luis Fabiano, que se queda en una carrera tieso como una mojama quejándose de su rodilla. A tenor de las informaciones, será una lesión larga. Sin embargo, voy a buscarle un punto positivo: si en condiciones nadie a pagado por Luis Fabiano lo que el Sevilla quería, ahora mucho menos, así que, ojalá no me equivoque, LF10 se quedará en el Sevilla.
Y, a partir de aquí, viene, a mi entender, si es que entiendo algo, el despropósito del entrenador. Con el marcador en contra y teniendo que salir alguien a sustituir a O'Fabuloso, mete a Capel. Para mí es incomprensible teniendo a Renato en el banquillo que ha demostrado que es el que tiene más gol y llegada de los que teníamos en el banquillo.
Y para la traca final, quita al pitbull para meter al fenómeno, a la zurda de oro, al del toque de balón, al Xavi negro. Y un mojón. Que Romaric no vale un duro coño.
Y evidentemente, el equipo se partió y se desfondó.
Penaltito para acabar el partido.
Y otra vez el objetivo más lejos.
Déjense ya de cuentos de la lechera que la cosa va a estar tela de jodida.
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